El delito de falso testimonio busca preservar la integridad del sistema judicial al salvaguardar la veracidad de los testimonios, esenciales para determinar la verdad en los juicios. Este acto ilícito, tipificado en el Código Penal, puede distorsionar la resolución de casos, perjudicando a la víctima o al acusado y socavando la justicia.
En el contexto de este delito, se destaca que los testigos, al prestar testimonio en un juicio, juran decir la verdad, excepto los menores. La acusación por falso testimonio surge cuando se demuestra que el testigo actuó con dolo, es decir, con la intención de mentir para favorecer a alguna de las partes. Aquellos privados permanentemente de razón o de algún sentido no pueden ser convocados como testigos.
Las penas asociadas al falso testimonio varían según el tipo de juicio. En casos civiles, la pena incluye prisión de seis meses a dos años y una multa. En juicios penales, el testigo que miente se enfrenta a prisión de uno a tres años y multa. Si la mentira resulta en una condena, las penas son mayores. Los peritos o intérpretes que faltan a la verdad enfrentan sanciones más severas y la inhabilitación profesional.
A diferencia de los testigos, el acusado tiene el derecho de no decir la verdad para defenderse. Sin embargo, está prohibido presentar testigos falsos. El abogado, procurador o representante del Ministerio Social que comete falso testimonio en ejercicio de su profesión enfrenta penas más agravadas y la inhabilitación para cargos públicos.
Tras la conclusión del juicio, si se evidencia falso testimonio, se inician procedimientos para enjuiciar al testigo por este delito, reforzando así la importancia de la veracidad en el sistema judicial. En Alonso y Asociados estamos aquí para proteger sus derechos y buscar justicia. Somos especialistas en Derecho Penal.