Cada vez es más frecuente encontrarse con algún caso cercano de negligencia médica. Según estadísticas del Defensor del Paciente, las reclamaciones contra profesionales médicos han aumentado en este año pasado. Este incremento se atribuye en gran medida a la sobrecarga de trabajo en el sistema de salud y la falta de recursos, lo que conduce a errores de diagnóstico. ¿Qué escenarios dan lugar a responsabilidad por negligencia y cómo procedemos en caso de mala praxis?.

Entre los casos más frecuentes que pueden resultar en responsabilidad por daños y perjuicios debido a atención médica inadecuada se incluyen la demora no justificada en el tratamiento, errores o retrasos en el diagnóstico y la falta de consentimiento informado.

El primer requisito para buscar una «reparación del daño» es que el paciente o usuario del servicio médico haya sufrido una lesión física o psicológica. En ausencia de daño, no se puede iniciar un proceso de responsabilidad, incluso si el médico actuó de manera deficiente.

Si se cumple este requisito y existe una lesión, se debe establecer un vínculo causal entre la negligencia médica y el daño. Debe demostrarse que el daño es directamente atribuible a la mala praxis del médico y no a otras causas o factores.

El proceso para buscar indemnización varía según si el incidente ocurrió en la sanidad pública o privada. En el ámbito público, se debe seguir una vía administrativa antes de recurrir a los tribunales. En este caso, no es necesario contar con un abogado y un procurador, ya que el afectado o sus familiares pueden presentar la reclamación directamente ante la entidad de salud pública. En otros casos, es obligatorio contar con representación legal.

No obstante, siempre es recomendable buscar asesoramiento legal para no perder la oportunidad de ser indemnizado por daños y perjuicios. Si necesitas ayuda, no dudes en contactar con Alonso y Asociados.