El miedo al impago de la hipoteca es un temor común entre los propietarios de viviendas. A veces, puede resultar difícil hacer frente a este compromiso financiero, sobre todo si surgen imprevistos como la pérdida de empleo, enfermedades o el fallecimiento de un cónyuge.

En España, el impago de una hipoteca puede dar lugar a un proceso de ejecución hipotecaria. Este proceso permite al banco solicitar la venta de la propiedad para recuperar la deuda. En caso de éxito, el banco subasta la propiedad y utiliza los fondos obtenidos para saldar la deuda pendiente. Si  el importe obtenido en la venta no cubre la totalidad de la deuda, el propietario sigue siendo responsable de la diferencia, conocida como déficit hipotecario.

En ciertos casos, el impago de la hipoteca puede ser considerado abandono familiar. Este delito se produce cuando una persona deja a su familia sin los recursos suficientes para subsistir. En muchas ocasiones, el impago de la hipoteca se considera una forma de abandono familiar, ya que la vivienda es el hogar de la familia y la pérdida de la propiedad puede tener un impacto significativo en su bienestar.

El delito de abandono familiar se castiga con penas de prisión de tres meses a un año o con multas que oscilan entre seis y 24 meses. En caso de que el abandono familiar ponga en peligro la salud o integridad física o psicológica de los miembros de la familia, la pena puede ser aún mayor.

Es esencial que los propietarios que están luchando por pagar su hipoteca busquen ayuda lo antes posible. Muchos bancos ofrecen opciones de modificación de préstamos para ayudar a los propietarios a evitar la ejecución hipotecaria y conservar su hogar. Si necesitas ayuda, no dudes en contactar con Alonso y Asociados. Somos un equipo multidisciplinar, especialistas en Derecho de Familia.