Cuando tiene lugar una separación o divorcio, es muy probable que haya que decidir sobre la vivienda en común. En muchos casos se procede a la venta de la vivienda y el reparto de los beneficios según la cuota de participación establecida en las escrituras. En otros, uno de los propietarios cede su parte al otro, recibiendo una compensación económica por ello. La extinción de condominio también es una opción cuando varios copropietarios deciden dividir una propiedad recibida en herencia.

Por “condominio” entendemos la propiedad en común de un bien por varios titulares. Por lo tanto, su extinción supone la disolución de esa “comunidad” de bienes y es una opción muy frecuente en situaciones de herencias, separaciones o divorcios. Suele tener lugar cuando se renuncia a la copropiedad en favor de uno de los propietarios, cuando se vende el bien a un tercero o cuando uno de los propietarios mantiene la titularidad compensando económicamente al resto.

En el caso de cesión de la parte de un propietario a la otra parte de la pareja bajo compensación económica, pudiera parecer que estamos haciendo una compra-venta. A efectos prácticos lo es, pero sus peculiaridades hacen de la extinción la opción con más ventajas fiscales.

El ahorro fiscal es importante. En una compra-venta hay que tributar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, además de la plusvalía municipal y los costes mientras que con la extinción se tributa con el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. A esto se añade que la extinción no supone una alteración patrimonial por lo que no afecta al IRPF. Eso sí, si existiera una hipoteca sobre la propiedad en el momento de la extinción, sería necesario firmar una nueva hipoteca o subrogación.

Las separaciones suelen ser complicadas y dolorosas. Además de los hijos, la vivienda suele ser el mayor problema. En Alonso y Asociados somos un equipo multidisciplinar y le acompañaremos y asesoraremos en casos complicados como estos.