En los últimos tiempos, el término «denuncia falsa» ha ganado protagonismo debido a factores políticos y a la importancia que las instituciones públicas otorgan a la lucha contra la violencia de género. Aunque este tipo de denuncias no siempre está relacionado con este delito, es considerado un acto residual pero severamente penalizado según el Código Penal.

Según el artículo 456 del Código Penal, se considera denuncia falsa cuando una persona imputa hechos constitutivos de delito a otra, siendo consciente de su falsedad y/o mostrando un desprecio temerario por la verdad. Además, es un delito que perjudica tanto al sujeto acusado como a la Administración de Justicia.

No se puede hablar de denuncia falsa hasta que la autoridad judicial emita una sentencia o resolución firme de archivo o sobreseimiento. Es necesario probar que los hechos no ocurrieron antes de determinar si hubo intención dolosa por parte del denunciante.

Una vez que se emite una sentencia o resolución de archivo o sobreseimiento, el juez o tribunal puede actuar contra el denunciante si estima que existen indicios suficientes de que la acusación era manifiestamente falsa desde el principio y que el denunciante era consciente de ello.

Ante una denuncia falsa, es fundamental mantener la calma, tanto si conlleva detención como si no. Lo más importante es recopilar todas las pruebas disponibles que demuestren que el delito imputado no se cometió. En ese momento, es recomendable contactar a un abogado especializado en denuncias falsas.

Después de superar el proceso judicial con el archivo o sobreseimiento de la causa, podemos decidir iniciar un proceso de acusación por denuncia falsa, siempre y cuando la autoridad judicial no lo haga de oficio. Ante una situación así, no dudes en contactar con Alonso y Asociados. Somos un equipo multidisciplinar, especialistas en Derecho Civil y Penal.